No escuchas a mi corazón. A veces pareces ciego, sordo,
mudo… eres una pared donde rebotan mis frases perdiendo alguna miserable
letra que acaba formando palabras en tu interior que no existían en mi cabeza.
No sé cómo hablar contigo y tu inseguridad. No sé cómo
hablar con tus innumerables clichés. No soy normal, no me trates como si lo
fuera. Jamás conocerás a nadie como yo. Ni yo me conozco a veces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario