Por lo visto mi Elfo me lee también. Es curioso, jamás lo habría imaginado. Mi exs me leen después de tantos años y aun así son capaces, algunos, de decirme que me echan de menos... no es algo que yo sea capaz de asimilar en mi cabeza. Siempre he pensado que yo era una muesquita insignificante en su cinturón y punto, sin más. Y ahora parece que hasta soy o he sido importante para algunas personas.
Llega pelín tarde esa realidad.
Tanto que no se bien como encajarla y menos mal que llega de unos y otros no
porque si algún día me escribiera o me llamara M... en fin… creo que es la
única persona que me puede hacer débil y con la única con la que me disculparía
yo por la locura final, aunque jamás haya recibido una disculpa sincera por su
parte por todo lo que hizo y como me trató.
Hace años que desisto en cuanto
encuentro una persona con esas características, las de los Elfos, personas que
te van a empujar al vacío, sabiéndolo o sin saberlo.
Si alguien es capaz de mirarte a
la cara y mentirte, no merece la pena que siga en tu vida. Solo por eso echo de
mi vida a gente que aprecio de algún modo, como al piloto, que sigo teniendo mis
dudas sobre su comportamiento y aún así le dije que me llamara cuando decidiera
ser un hombre de verdad e ir con la verdad por delante y fingí bloquearle.
Pero como es un libro cerrado que
jamás me dirá lo que piensa y parece que va derechito a otro abismo... casi que
es mejor así. Además yo creo o espero al menos, que sienta cierto alivio y todo
porque así yo tengo el papel de mala.
Es que este tipo de personas que
no quieren cambiar en absoluto no merecen la pena, aunque la merezcan, no pedirá ayuda nunca tampoco. Jamás te
dirán lo que piensan o sienten de verdad, tendrán una cara contigo y otra
distinta detrás y con los demás, te defraudarán constantemente y te harán dudar
tanto con sus mensajes contradictorios, que te volverás loca de desconfianza. A
veces hasta te hacen dudar de ti misma y crees que te estás volviendo
loca de verdad, que eres injusta por algo.
Algunos lo hacen a propósito,
otros porque es una herramienta adquirida con el tiempo para protegerse a sí
mismos (es el caso del piloto, creo yo). Yo he aprendido que lo mejor es
interpretar el papel que ellos esperan que interpretes. Les echas una charla,
finges bloquearles en el móvil y ya está, tú eres la mala, la loca y pueden
decirle al resto "vaya de la que me he librado" y ellos son felices
porque les has dado la escapatoria fácil.
De hecho, el piloto sí que no va
a leerme más, ni me escribirá nunca porque apenas estuvimos juntos 4 o 5
semanas y, desde luego, yo no he pintado nada en su vida. Creo que el papel de
mala es el único que él esperaba de mi. De mi y de todas en este momento. Y
seguir en su rutina de "miento a la cara para quedar bien con todo el
mundo y escapar del conflicto" es lo único que sabe hacer. Aun así, creo
que si se hubiera dejado ayudar un poco, habría aprendido que se es más feliz
de otra manera, pero creo que está tan perdido el pobre, que no sabría ni por dónde
empezar a cambiar esos hábitos que tanto daño le pueden hacer a cualquier mujer
que se le acerque. Ni siquiera debería acercarse a ninguna mujer en realidad
porque va a dejar cadáveres a su paso si no cambia y se reconstruye desde
dentro.
Hablaba de mi Elfo... Me tiene
sorprendida. Intenta cambiarse a si mismo. Sería la última persona en mi
mundo por la que yo habría apostado para hacer esto, pero parece que sí lo está
haciendo. Le queda un largo y arduo camino que recorrer. Tiene que eliminar
muchas capas y enfrentarse a muchos individuos para llegar a donde se supone
que quiere llegar. Y de momento parece que solo está rascando la superficie.
Pero creedme, rascar la superficie es todo un logro para mi Elfo.
El otro día herí sus
sentimientos, no sabía ni que existiera esa posibilidad, os lo juro.
Aquella cita a tres de la que os
hablé no acabó bien del todo... para él. Estaba raro, actuaba como un crío de 4
años y al final discutió con nuestro amigo común y se fue de su casa. El tema
de discusión se las trae, además, siempre me ha parecido que era un tema que él
precisamente no debería ni tocar, ni acercarse a él y menos en forma de ultra
defensor. La ley de violencia de género y el maltrato a la mujer.
Ni nuestro amigo ni yo nos
explicábamos el comportamiento que tenía, pero le dejamos respirar y pensar y
punto. Pensamos que se le pasaría y se daría cuenta de lo infantil de su
comportamiento.
Pensé que quizás, si se lo
pensaba bien, ahora que está en este proceso de cambio, se disculparía en plan
“me he comportado como un crío, chicos, pero es que hoy estoy algo frustrado”.
Pero no lo hizo. No volvió a contactar conmigo jamás y no solo eso… ayer me vio
y en vez de saludarme como habría hecho cual persona normal y educada, se
cambió de acera y me lanzó un beso desde la otra acera.
Así que pensé “joder, sigue
siendo el mismo inmaduro egocéntrico de siempre que se enfada cuando no se sale
con la suya y la gente no le baila el agua”, le lancé otro beso y pasé del tema
pero mi cabeza me decía “¿Proceso de cambio…? Por los cojones”.
Mi amigo me dijo “está claro que
siente algo por ti, si no, no se estaría comportando como un niño pequeño” a lo
que yo le contesté “no siente nada de nada por mi, simplemente no tiene lo que
quiere, sea lo que sea, está herido en su orgullo por algo y yo soy la mala de
su cuento, le he visto comportarse así muchas veces, pero yo no voy a
perseguirle, si quiere que hable conmigo y me lo cuente”. La verdad es que habría
deseado con todas mis fuerzas estar equivocada, pero no lo estaba por lo que he
visto luego.
Después colgó una canción en
Facebook. Nunca le contesto a lo que cuelga pero esta vez… le estaba viendo…
otra vez escuchando canciones melancólicas sobre amores imposibles… otra vez en
ese ciclo sin fin por el que pasaba antes de coger otra víctima indefensa, que
estuviera en un proceso de duelo, y a la que pudiera “rescatar” para sentirse
grande de nuevo… y me jodió muchísimo. Así que le escribí “tú siendo tú…”
Y vaya… por lo visto ese fue el
detonante de mi Elfito. Anoche, a las tantas me escribió un texto largo y
sincero diciéndome lo que le había sentado mal.
Por un lado demostró ser muy él,
no el él que pretende ser, el él que siempre es, el que hace daño. Por otro fue
sincero, pondría la mano en el fuego porque así fue, sincero, y creo que no me
quemaría.
El texto es egoísta e infantil,
no voy a negarlo, muy de Elfos, pero el hecho de que fuera sincero, dijera lo
que pensaba y sentía, fuera lo que fuera, me hizo sentir orgullo de él…
“¡Coño!” pensé “sí que lo está intentando aunque le salga como el culo de
momento”.
El texto no pretendía ser un
reproche, así lo decía él, pero en realidad sí lo era. No es que hubiera hecho
un autoanálisis muy grande del tema, sólo pretendía desahogarse, que por otro
lado no está mal, porque todo el mundo tiene derecho a desahogarse.
Me decía lo que había esperado de
mi “que estuviera sola con él, sin meter a nuestro amigo común”, “poder hablar
de él y su proceso en esa cita”, “que yo le animara a seguir adelante después
de contármelo”, “que después de irse enfadado de casa de nuestro amigo yo le
hubiera escrito preocupándome por él”, “que le hubiera escrito los días de
después para disculparme por no haberle hecho el caso que él esperaba de mí y
no haber movido un dedo cuando se enfadó y se fue”… ya… egocentrismo al nivel
máximo. Quería ser el protagonista absoluto, el centro de atención, que todo
hubiera girado en torno a él y lo mucho que se esfuerza por cambiar…
Pero mirad el lado bueno. En otras circunstancias habría seguido haciendo como si nada le importara y habría esperado el momento de devolverla con creces y hacer daño… y esta vez, fue sincero y desnudó su alma y además pensó un poco en mí, algo que no había hecho jamás, sabe que odio que me castiguen con silencio, se acordaba de eso y es uno de los motivos por los que me ha escrito. Creo que, conociéndole, es un paso gigante para él y yo le aplaudo por ello. Pero le falta mucho que aprender todavía
A una persona a la que has hecho tantísimo daño, mentido, humillado en público, engañado y después tratado como a una basura… no puedes exigirla, siquiera pedirla, que te de tantísimo valor a ti. Te lo tienes que ganar tú y él no se lo ha ganado conmigo, ni siquiera lo ha intentado nunca en realidad.
Supongo que cree que sí porque me
sigue escribiendo después de tantos años y una vez que mi hijo estaba muy
enfermo hasta me llamó. Así que supongo que cree que eso es muestra suficiente.
Pero cuando me arruiné por el
coronavirus y estuve a punto de perder mi casa, no movió un dedo por ayudarme,
por apoyarme, preocuparse o siquiera ayudarme a hacer una campaña para
recolectar dinero y no es que no se enterara, yo misma acudí a él y a otras
personas, me escribió un mensaje de ánimo y desapareció durante meses.
Cuando no conseguí la orden de
alejamiento porque según el tribunal, al vivir a más de 20km de mi ex, no había
ningún peligro, acudí a él porque estaba asustada y él tenía contactos, estaba
en Podemos en ese momento y se erigía como defensor de las mujeres con el típico postureo del "nosotras"… pero
también pasó de mi. No movió un dedo, ni siquiera se preocupó lo más mínimo,
jamás descolgó el teléfono para decir “oye, estoy aquí, dime qué te pasa o como
puedo ayudarte”, como si hicieron otros.
Y cuando mi hijo estuvo tan
enfermo (más de dos años luchando contra su enfermedad, meses en el hospital
sin saber qué le podía pasar…) me llamó un día y como él no era el importante
en mi vida y le dije que no tenía ganas de hablar en ese momento… desapareció
de nuevo.
Pero quiere que le persiga porque
se ha enfadado con un amigo común porque él se erige como gran defensor de los
derechos de las mujeres y nuestro amigo le vacila con el tema. Quiere que le
persiga porque se ha ido de manera infantil de casa de alguien y yo, por algún
motivo que desconozco totalmente, tenía que hacer que él, en ese momento, se
sintiera importante y el centro de atención… en fin, cosas de Elfos.
Mi respuesta a su largo mensaje
fue la siguiente:
No estoy enfadada en absoluto.
Aunque algunas cosas si me parecen infantiles y egoístas. Y quizás te des
cuenta en algún punto del proceso que parece que estás siguiendo. Me alegra
muchísimo que me digas la verdad, sea la que sea. No voy a rebatirte nada
porque yo paso de discutir desde hace años y pareces dolido, perdido y no
parece que mi realidad ahora mismo te importe mucho.
En algún momento de tu proceso
tendrás que enfrentarte a la realidad de otros, sin orgullo, ni vanidad de por
medio. Pero está claro que no ha llegado ese momento, aunque valoro
positivamente este mensaje. Si quieres hablar de ti y como te sientes, lo
haremos, pero no para que yo te dé ánimos, yo de digo lo que pienso, a ti y a
todo el mundo y si no estás preparado para eso, quizás debas buscar a alguien
que te de una palmadita en la espalda.
Y creo que te equivocas, te lo
digo con amor. El planteamiento es equivocado. No sabía ni que leías mi blog.
Pero si lo lees, sabrás entonces otras muchas cosas. Porque te he escrito
muchos posts.
No puedo disculparme contigo por
pensar que yo debo ser más importante para mí que tú. Ya fuiste lo más
importante para mí hace años y esa lección, la de intentar que salieras de tu
mierda, me costó carísima física y psicológicamente.
Yo jamás te pediré perdón por
pensar que yo importo, ni porque te enfades como un niño y te vayas porque las
cosas no salen como quieres ni la gente hace lo que tú esperas. Tú jamás me
pediste perdón a mí por nada, nunca. Es normal que después de tanto tiempo me
entrará el miedo y me sintiera más protegida con X delante.
Esta mañana me ha enviado un
gracias por responder y yo le he dicho que si quería hablar ahí estaba.
Pero creo que tiene que masticar
todo un poco y digerirlo, porque tengo la intuición, quizás equivocada esta
vez, de que sigue herido en su orgullo y no me entiende en absoluto, de que
sigue estando en su cabeza la creencia de que él merece mucho más de mi.
Así que R, si estás por ahí, te diré lo
siguiente:
Al final de tu mensaje me decías
que entendías que pensara que tus problemas, comparados con los de los demás no
eran serios pero que para ti sí lo eran. Te diré que para mi también lo son R,
pero tengo los míos propios y el derecho a ser importante hay que ganárselo.
En mi sistema planetario… si
recuerdas de lo que hablo… estás en el cinturón de Orión, cual piedra flotando
en el espacio ahora mismo.
Te quiero, no al Elfo, a R, al
que tienes oculto y que parece que intentas sacar, pero para reconstruirse hay
que destruirse primero, para ganarse el derecho a ser importante en mi vida,
tienes que examinar todo lo que hiciste y arrepentirte de verdad, sin peros y
sin excusas. Y aunque no lo veas te estoy dando una oportunidad porque yo
siempre las doy, quizás no es la oportunidad que quieres, pero te aseguro R que
es la que necesitas aunque no lo sepas todavía. Necesitas a alguien sincero,
que te diga verdades desde el corazón, no una palmadita en la espalda ni
alguien que te arrope y te ensalce y te acabe convirtiendo, de nuevo, en un
Elfo.
La gente que te rodea ni te
conocen, creen que eres una persona segura de si misma, con las cosas claras…
pero no ven la fachada que llevas a cuestas. Quizás si mi respuesta te da
miedo, puedes probar a sincerarte con otra persona, a sacar al R asustado que
yo conozco, a decir que tienes miedo, que todas tus relaciones se han basado en
la mentira, que has intentado ser lo que ellas querían que fueras porque no
sabes ni quien eres y en algún momento de tu infancia y adolescencia te
prometiste que no serías nunca más ese al que rechazaban, ese que no pintaba
nada y del que algunos se burlaban, ese al que rompieron el corazón. Pero que
jamás has podido mantener ninguna de tus fachadas y acababas haciendo daño
porque te hartabas de seguir fingiendo y te asustaba ser tú, así que te
enrocabas en el orgullo, la vanidad y la falta de sentimientos.
Todavía recuerdo las charlas en
la cama sobre el tema, como te decía al verte en público que me parecía absurdo
que te metieras en tantos papeles, que te miraras a un espejo y buscaras tu
reflejo porque tenías tantos yoes distintos dentro que habías perdido ese reflejo,
eras uno con los de plaza España, otro con los de Aluche, otro con los del país
Vasco, uno distinto con los de la asociación del Señor de los Anillos y ya
cuando te metiste en política a defender todo aquello que no habías practicado
en tu vida, fue el colmo.
Has sido un Elfo diferente con
cada mujer que pasaba por tu camino. Cuando veía los mensajes que enviabas a
otras y te preguntaba y te pedía que te analizaras a ti mismo, que lo
habláramos, que vieras como interpretabas un papel con cada una, diciéndole a
cada una lo que quería oír sin pararte a pensar el daño que las hacías, creando
ilusiones en todas que jamás podrías cumplir… No te apodé Elfo porque fuera tu
papel en la asociación, te apodé Elfo porque eras un ser de fantasía, nada real.
Y hasta conmigo, que fui paciente hasta la saciedad con tus cagadas, intentabas
cada dos por tres interpretar algún papel que a mí me encajara.
Destruye todos eso yoes
exagerados y podrás reconstruirte tal y como tú quieras ser, sea quien sea el
que elijas, que al menos sea sincero consigo mismo.
Y deja las putas canciones de cantautores, no te ayudan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario