Despierto en mitad de la noche.
La vida se ha parado.
No queda nada más que un momento.
Un instante que se repite para torturarme.
Tú y yo.
El uno frente al otro.
Tú gritas.
Yo lloro.
No distingo tus palabras.
Apenas me llega tu voz.
Pero se que es mejor así.
Sin entenderlo.
Tú y yo.
Nada más.
Ese instante de nuestras vidas
que tanto se repite.
Nunca supe qué decías,
pero sabía que era mi final
Y así acabó.
Volví a dormirme.
Al despertar…
Ya no estabas.
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