Hoy estoy en mi montaña viendo pasar la vida. El aire es
frío. Tanto que hace daño.
Mis árboles están al fondo. Grandes, verdes, protegiendo el
camino de subida para que nadie me alcance en mi solitaria cumbre.
Las nubes me acompañan cargadas de agua. Intentan limpiar mi alma herida con
cada una de sus gotas.
Hoy soy la reina de los ángeles negros. Una reina fuerte,
valiente y solitaria. Vencida, pero nunca derrotada.
Hoy mis alas resplandecen con cada gota de lluvia. Se extienden
para mostrar su belleza, para saludar a sus árboles guardianes. Hoy mis alas no
vuelan, no lo necesitan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario