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lunes, 17 de octubre de 2016

Jueces de Violencia de Género



 17-10-2016


La jueza PILAR SANCHEZ-BAÑA RODERO, del juzgado número 3 de VALDEMORO era la que iba a juzgar mi caso de violencia de género. Tenía sobre la mesa varios mails en los que mi exmarido se refería a mi como:

Atontada, rastrera, miserable, mezquina, ruin, inútil mental, sinvergüenza, resentida incapaz, etc.

Me decía cosas como:

Das asco, que asco da tu vida, aprende a ser mujer, a ser persona, a ser madre, tu vida me importa una mierda, vete a la mierda, mala madre, da la puta cara y se una madre, no se que coño de pastilla te ha mandado tu médico pero no te sienta bien, etc.

Me ha amenazado con frases como:

Voy a ir a por ti (2011)
Me las vas a pagar, te lo aseguro (2013)
Te voy a romper la cabeza (2014)

El 28 de agosto de 2016 puso su coche bloqueando el mio y empezó a gritar mi nombre para que yo me acercara a él. Había testigos. Entré en pánico, intentó atropellarme y me metí en mi coche y cerré la puerta. Si hubiera querido hablar habría aparcado al lado y me habría tratado con respeto, tenía que haber sido mucho más lista. Pero gritaba mi nombre hasta desgañitarse y pensé que la gente de la calle me protegería si pasaba algo.

Me ha hecho cosas demostradas con testigos, por mail y con conversaciones grabadas telefónicamente como:
- Llevarse a los niños y no devolvérmelos cuando debía chantajeándome para que le diera dinero.
- Darme una patada porque iba a recoger unas llaves que se le habían caído.
- Encerrarme embarazada en una terraza porque la casa era suya
- Despertarme a las tres de la mañana porque quería enseñarme como hacer las cosas como a él le gustaban (durante meses, hay testigos)
- Ponerse a gritar, cuando mis hijos eran bebés "calla a los putos niños de mierda!!!!", "me cago en diooosss", "mañana trabajo y no tengo por qué aguantar estoooo". También hay testigos.
- Despertar a los niños a las 2 de la mañana para decirles que había que hacerle una tila a mamá porque estaba nerviosilla (después de ponerse violento conmigo)

Puedo seguir pero sería eterno. Y con la mitad en cualquier otro juzgado, valdría para condenar a alguien. Mi realidad son 16 años de maltrato, fuera y dentro del matrimonio.

Esa jueza. Repito su nombre: PILAR SANCHEZ-BAÑA RODERO no me ha hecho ni una sola pregunta en la sala, no ha dejado que nadie me preguntara nada. No ha dejado que mi abogado preguntara nada a mi exmarido, el cual por lo visto había declarado ayer en otro juzgado sin mi presencia y la de mi abogado, protegido en todo momento y con un juez y un fiscal que han escuchado todo lo que tenía que decir.
En su declaración reconoce las amenazas, los insultos, los mails y algunas agresiones, pero alega que estaba enfadado porque habíamos discutido. No hay prueba de ninguna discusión, no existen porque no hubo, yo ya ni le contesto a los mails escriba lo que escriba, no le cojo el teléfono y siempre voy acompañada a las entregas.

Esa jueza solo ha querido juzgar los años 2011 y 2012, los más lights. Solo ha querido juzgar la amenaza de 2011 y su juicio ha sido que:

No era una amenaza de daño inminente puesto que no se sabía cuando vendría a por mi o qué me haría.
Yo no debí sentirme intimidada porque no denuncié ese mismo año.

El resto de las amenazas no ha querido juzgarlas

Esta jueza ha considerado ademas que los insultos que he puesto arriba no son insultos. Son descripciones de mi persona en un contexto de mala relación entre nosotros por lo que no era un hecho punible.

La fiscal, que no se su nombre porque no tengo el escrito todavía en mi poder, no ha venido. Ha enviado un fax a las 10:40 de la mañana, sin haber leido la denuncia porque no se la habían hecho llegar, en el que decía que la intención del investigado cuando utiliza esos calificativos no es humillar. El juicio se ha celebrado a las 12:00, ni siquiera ha esperado a que al menos se celebrara el juicio o ha querido estar presente por videoconferencia.

La sentencia ha sido: Archivo provisional por no estar suficientemente justificado el delito de Violencia de género

Sra Jueza:

En el mismo contexto que usted describe de mala relación:
1. Yo jamás he proferido un solo insulto a mi exmarido.
2. Jamás he amenazado a mi exmarido
3. Le he pedido y suplicado que dejara de insultarme y de amenazarme por escrito y durante años llorando por teléfono
4. Jamás he utilizado a mis hijos
5. Jamás se los he quitado cuando le correspondía a él
6. He pagado yo sola todas las clases extraescolares, el comedor de los niños y además los gastos personales de este señor porque carga sus gastos contra la cuenta de los niños. Me ahoga económicamente también.

La denunciante era yo y usted me ha juzgado a mi. Ha decidido sin preguntarme si tengo o no tengo miedo. Se ha portado, como diría mi exmarido, de una forma ruin y miserable. He tenido que aguantar 5 minutos de un monólogo sobre el trabajo que usted tenía y sus quejas porque además la daban "estos juicios de violencia", pero no estábamos ahí juzgando su trabajo.
Estábamos juzgando mi maltrato y usted no me ha dejado ni hablar. De mi boca ha salido entre sollozos medio sonido y usted, que no tiene ni corazón, me ha dicho que eso lo hiciera fuera de la sala y que usted no tenía por qué escucharme.
Usted me ha obligado a sentarme al lado de mi agresor, incluso cuando hemos solicitado un biombo. ¿Que le parecería si le ocurriera eso a una de sus hijas? ¿Las diría que se sentaran al lado de la persona que las destroza la vida? ¿Las diría que aprendieran a ser personas, a ser mujeres...? ¿Las diría que cualquier hombre tiene todo el derecho del mundo a insultarlas sin ellas no hacen lo que él exige?
Voy a publicar cada conversación por mail, una a una, cinco años. Y que alguien me diga que yo le provoco, o que merezco algo de lo que hace este señor.

MIEDO. Dice usted que no me siento intimidada. Tengo tanto miedo que no salgo de mi casa apenas. Tengo tanto que no voy a ver ni a mis amigos. A algunos no los veo desde 2014 cuando me dijo que iba a romperme la cabeza delante de mis hijos.

No tengo vida social fuera de mi familia y ya casi ni eso. Tengo cámara en casa, grabo mis llamadas. No me siento en terrazas públicas, si estoy en cualquier sitio necesito tener una vía de escape, una pared en mi espalda y visión de todas las entradas y salidas. Dice la jueza que no tengo miedo. LO QUE NO TENGO ES VIDA.

Se que a todas os dicen que denunciéis, lo publicitan y todo, pero yo os recomiendo que no lo hagáis, en vez de eso escapad y haced lo posible por tener la custodia completa de vuestros hijos, porque le meterán en la cárcel un par de días, saldrá mucho más cabreado y luego será absuelto por falta de pruebas. Las únicas pruebas válidas en un juzgado son los partes médicos y ni eso, porque yo tengo informes periciales y de la guardia civil y ni siquiera se los leyeron.

Solo solicitaba una orden de alejamiento, únicamente eso.

Después de esto jamás volví a denunciarle hasta que un juez, en un juzgado de familia, habló con mis hijos en privado y me dio la custodia completa de mis hijos. Lo que mis hijos han sufrido se lo deben a esta jueza, ella podía haberlo evitado años antes y la importó un pimiento lo que nos pasara.

En su última sentencia en el juzgado de familia el juez dice que a mi ex no le importa el bienestar de sus hijos y que su única motivación es causarnos sufrimiento a ellos y a mi, indicando que queda advertido de que, de seguir con la misma actitud, le quitarán también la patria potestad.

No me quejo de él, él es como es, necesita ayuda psicológica, me quejo de la jueza. ¿De qué sirve redactar una ley, que es a todas luces injusta, si detrás no hay un sistema judicial que la siga? ¿De qué sirve denunciar si según la jueza que te toque, las amenazas con matarte no son amenazas y sólo es una mala relación?

La ley me parece horrible y excluyente con más de la mitad de la población, pero la actuación de algunos jueces es deplorable. Luego se quejan de que no denunciemos.

Mi consejo... no denuncies por violencia de género jamás. Id por la vía penal si podéis o por la vía familiar. Y no pongáis el grito en el cielo porque es el único recurso que tienen los hombres y los/las homosexuales. Esa puta ley no sirve para nada más que para dividir a la sociedad y un juez de penal se toma muy en serio las amenazas de muerte por escrito  y las agresiones, y un juez de familia tiene mucha más experiencia con estos casos y sabiduría para aplicar la ley.

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